jueves, 24 de mayo de 2012

REFLEXIÓN FINAL








Cada vez que me paro a reflexionar me acuerdo cuando de pequeño vi "La insoportable levedad del ser" en el cine. Yo era un crío, todavía no sabía de que iba el mundo así que ni muchos menos estaba preparado para asimilar películas como esta. 
Es por ello, que allí sentado en la butaca, sin poder escapar hasta que no apareciera "The End" en la pantalla comencé a darle vueltas a la cabeza y a pensar sobre las cosas que pasaban en mi familia, en el colegio, etc. Por primera vez estaba reflexionando. Desde entonces hasta ahora parece que no haya transcurrido tanto tiempo como marca el calendario.
El curso universitario se acaba. Apurando las últimas horas antes de los exámenes voy intentar extraer y guardarme para el futuro todo aquello que me ha marcado, para bien o para mal este año.
En cuanto a la Universidad me quedo con sus espacios que me han ofrecido la posibilidad de pasear, estudiar tumbado en el césped, hacer deporte o tomarme una cervecita rodeado de verde. No me quedo con la absurda testarudez de algunos cargos que hasta que no han visto al alumnado reaccionar ante la injusticia de las menciones de magisterio no han comenzado "de verdad" a hacer su trabajo. No me quedo con la triste oferta alimenticia que se ofrece. No me quedo con la friolera que deberemos pagar el año que viene para seguir estudiando (aunque esto no es causa de ella, sino del Gobierno).
En cuanto a los profesores me quedo con los que nos han ofrecido algo más que lecciones magistrales. Me quedo con la innovación que algunos han aportado, me quedo con la cercanía de otros que, ante la coyuntura social, se han alineado con nosotros. Prefiero a los que dan caña pero cumplen que a los que pasan de todo y que a última hora te vienen exigiendo cuando no han aportado nada para que el alumno se implique.


No me quedo para nada con la intransigencia, la crítica gratuita y la mala educación, y aquí me incluyo porque a veces, he sido partícipe.
No me quedo con la gente que no aporta nada a los demás, simplemente se dedican al beneficio personal, (si no doy no pierdo, esa debe ser su filosofía). Tengo un regusto amargo al comprobar como el compañerismo se desvanece como el humo cuando de por medio hay una nota, pero seguro que me servirá de aquí en adelante para afrontar las cosas de forma diferente.

Por último de mis compañeros me quedo con aquellos con los que hemos ido , entre todos, intentando sacar esto adelante. Ayudándonos cuando hemos podido, enfadándonos a veces, pero siempre dialogando para mejorar las cosas. me quedo también con otros con los que no he tenido tanto contacto pero que son tan felices que no puedo hacer otra cosa que envidiar su filosofía. 
¡Nos vemos  pronto!

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